cuántos borrachos hubiera por el camino."
(canción popular)

A mi madre
EL RÍO DE CARTUJA
De niña me enseñaste este romance.
Me enseñaste
a preñarme de azul en los olores
acuíferos de un río,
a tocarnos las manos,
a silbar las canciones olvidadas.
La vida, entonces, era un rosco
con aroma a verano y a canela,
un trocito
de abrazo en los sabores
de tus ollas inmensas.
Hoy, el río de Cartuja es tu morada,
y el eucalipto
donde escribo tu ausencia
un arco iris. Así tu reino
de los muertos está en mis manos
cada vez que modulo
tu nombre y te recuerdo
vagando por las lindes de este río
donde fuiste dichosa
una mañana eclipsada de agosto.

Cubrirte de fuente,
ser agua que mana, fluir
por los acantilados breves
de toda la memoria.
Tocar
los cuatro elementos,
dispersarte,
sentirte árbol,
en la metamorfosis, rama,
tigre, barro, hoja, hormiga...
en este discurrir la vida,
sin principio, sin fin,
tan solo esfera
en una simple gota
de agua pura.
Isabel de Rueda