El alma que busca
mira entre los ojos del mundo
socava los rincones,
despaciosa
contempla las alturas y en sus manos
retiene el microcosmo.
Ninguna prisa
cuando el tiempo le engaña con las horas.
A veces
un minuto basta cuando bulle
una especie de ala
y una voz tan sólo,
una palabra
deslumbra, así, como un fulgor
entre las rocas
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:)
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