Y es porque te quiero
por lo que la razón
como pájaro herido
se desliza por los brazos
amargos del reproche.
Y así te exijo
que compruebes mi presencia
y la rescates de la sombras,
que tu mente
se vacie en mi boca
y en tu memoria
sólo halles mi aliento.
Y es porque te quiero
por lo que empuño la espada
y te hiero. Y me hiero
1 comentario:
Muy bello el poema. Me recordó a Benedetti. Claro que con un modo de hacer plenamente tuyo, pero algo me trajo de lejos esa forma fantástica de enfocar el tema del amor.
Me gustó mucho.
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