DEL AMOR
Y como cabe el olor de los peces
en el atril del verso
comprendí
que a tu lado todo el sueño cabía.
Y que un solo poema
en la piel resplandece como un barco
de rizados cabellos y sinuosas
formas.
Comprendí
que el deseo del cuerpo se parece
a ese giro del hambre maculado
por segmentos de lluvias y candiles,
y que amor es amor
y que yo, no soy yo, si no es en ti
despojada de ropa y maquillaje.
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