martes, diciembre 07, 2010
PAZOS HERMOS
PAZOS HERMOS
Desde Astorga a Monforte fue tirando
guijarro a guijarro su desamor de siglo,
una calzada de piedra, alli, en la ruta
de los santos lugares,
y luego,
su corazón abierto;
un balcón con vistas a la Riberas del Sil
mostrando en sus latidos los cimborrios,
los matices de verde,
la vasta enredadera de su pecho calmo.
Y como esas pallozas restauradas del frío,
así su rostro
adquirió la expresión de una sortija
enraizada en el largo caminar hacia adentro.
Os traigo, el resplandor del sur -les dijo-
me llevo un sueño.
Isabel de Rueda
(Del libro A propósito del espejismo)
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